3 FICHAS:
Ociel del Toa (Cuba, 1965) de Nicolás Guillén Landrián. Documental.
Fue el documentalista danés Theodor Christensen, que asesoraba a los cineastas noveles en el naciente ICAIC, el tema que le angustiaba no encontrar. Al sobrino del gran poeta le bastó dirigirse al extremo oriental de la isla que sugirió a Nicolás Guillén Landrián (Camagüey, 1938, Miami, 2003), que emprendiera un viaje al campo tras ese para deslumbrarse al llegar a Baracoa. Fue allí que descubrió a Ociel, un niño que surcaba el río más caudaloso del país en una canoa, como antes lo hicieran sus antepasados indígenas. Reacio al uso de la entrevista, el cineasta optó porque el ámbito sonoro de aquel paraje se expresara por sí solo.
Coffea Arábiga (Cuba, 1968) de Nicolás Guillén Landrián. Documental.
En este notorio ejemplo de cómo un trabajo por encargo puede devenir una obra maestra, se advierte que a Guillén Landrián no le interesaba abordar al estilo del documental "didáctico" la campaña de siembra intensiva del café en el llamado Cordón de
El joven Manuel Zayas, de
Café con leche (Cuba, 2003) de Manuel Zayas. Documental sobre Nicolás Guillén Landrián.
Manuel Zayas pensó en un "realizador maldito" del cine cubano para su tesis en
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