Muchas de las personas que participaron en las primeras protestas de agosto, se encuentran ahora en la cárcel o tuvieron que escapar. Las detenciones se cuentan por miles y se han detenido a familias enteras, recluidos en alguno de los cuatro centros destinados para ello en la antigua capital.
Renombradas personas activistas que han sido arrestadas o detenidas. Como la líder de la oposición y premio Novel de la Paz Aung San Suu Kyi quien se encuentra en locación desconocida “bajo protección” o una empleada de las Naciones Unidas de 38 años, junto a su marido y dos miembros de su familia, que vivía cerca de la principal pagoda de Rangún, zona dónde más detenciones se han efectuado. "Fueron detenidos a las cuatro de la mañana" por las fuerzas de seguridad, informó el representante de la ONU en Birmania, Charles Petrie.
Los camiones de la Junta Militar patrullan las calles de un Rangún (Yangón) bajo toque de queda, con altavoces y hasta altas horas de la madrugada, advirtiendo a los ciudadanos que los que se manifestaron están fichados, serán detenidos pronto y no deben resistirse. "Deben quedarse en sus casas. No salgan. Tenemos las fotos de las personas que buscamos. Las vamos a arrestar
Los monjes y las monjas casi han desaparecido de las calles debido a las violentas redadas nocturnas y ahora su presencia ha sido reemplazada por ciudadanas y ciudadanos.
Las pagodas de Rangún, antigua capital, han sido desalojadas y convertidas en bases militares.
2.000 de los 6.000 detenidos durante las manifestaciones, entre los que destacaban 500 monjes budistas, 200 mujeres y monjes novicios, uno de los cuales tiene menos de 10 años, están presos en el Instituto Técnico Gubernamental de Rangún, en un almacén sin ventanas donde han sido obligados a quitarse las túnicas. Muchos de los monjes budistas rechazaron la comida que les trajeron las fuerzas de seguridad.
Parientes de detenidos entrevistados por la agencia de noticias Reuters, explicaron que los apresados en las protestas eran clasificados en cuatro categorías: los que simplemente pasaban por allí, los que miraban, los que aplaudían y los que se unían a las manifestaciones.
Se estima que las autoridades militares han detenido a unas 6.000 personas, entre ellas más de un millar de monjes, desde el pasado 26 de septiembre, cuando empezó la represión de las manifestaciones tras prohibir las reuniones públicas e imponer el toque de queda en Rangún y Mandalay, las dos mayores urbes del país.
Los informes oficiales reportan que 16 personas fueron asesinadas por el ejército, pero muchas más muertes han sido presenciadas y el ejército supuestamente ha removido cuerpos de las calles. La oposición asciende a 200 esta cifra.
Se asegura que algunos de los monjes fueron enterrados vivos y los cadaberes de otros fueron quemados en zonas abiertas a 25 km de Rangún.
Un miliar birmano se exilió en Tailandia alegando que se había negado a golpear a los monjes budistas que son considerados sagrados.
El tercer día de octubre la Junta Militar que gobierna en Birmania dejó en libertad a 80 monjes budistas arrestados durante las manifestaciones de protesta de las últimas semanas. Así como a alrededor de 600 civiles luego de hacerles firmar un compromiso a no manifestarse contra el gobierno.
La represión también avivó el temor a la desnutrición, advirtieron representantes de las organizaciones humanitarias y de la ONU. Tony Banbury, director para Asia del Programa Mundial del Alimentos de las Naciones Unidas, advirtió ayer que por falta de recursos y por la dificultad para el paso de los convoyes por el toque de queda, recortarán la distribución de comida en Birmania.
5823
-
*Domingo, 24 de noviembre de 2024*
La dictadura del espacio, en los diarios, es una fatalidad. Por eso, les
dejo aquí, tal y como fueron, las preguntas y...
Hace 14 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario