El médico alemán Gunther von Hagens, con su escultura The sitting act, hecha con cadáveres plastinados y que muestra una pareja manteniendo relaciones sexuales.- EFE
Prohibida en Alemania la exhibición de cadáveres copulando
El Tribunal Administrativo de Augsburgo, al sur de Alemania, ha prohibido al polémico médico alemán Gunther von Hagens exhibir una pareja de cadáveres plastinados practicando sexo en la muestra El ciclo de la vida, que presentará en la ciudad.
El citado tribunal justificó hoy la prohibición al considerar que la composición con los dos cadáveres "supone un atentado injustificado contra la dignidad humana que garantiza la ley mas allá de la muerte". Los jueces estiman que los dos cadáveres tratados por von Hagens, conocido como el Doctor Muerte, "se ven degradados a simple materia", tras verse privados de su personalidad.
El profesor ha alcanzó fama mundial por su técnica desarrollada para conservar cadáveres, bautizada por él mismo como plastinación, que le permite conservar todos los tejidos blandos y exponer los cuerpos en cualquier postura. Von Hagens patentó este método en 1977, en el Instituto Anatómico de la Universidad de Heidelberg, donde trabajaba como físico y anatomista, y desde entonces ha centrado todos sus esfuerzos en mejorar esta compleja técnica, para la que emplea acetona, plástico, y silicona, entre otros agentes químicos.
Curiosamente, la composición con los dos cadáveres ha sido expuesta en Berlín todo el verano dentro de la muestra El ciclo de la vida sin que se produjera polémica alguna. Tomando como punto de partida unos 200 cadáveres humanos, la exposición traza un recorrido minucioso por los entresijos de la anatomía humana, que va desde la concepción de la vida, con el acto sexual, hasta la muerte. El sistema nervioso al completo, el esqueleto, las arterias, el cerebro, fragmentos de placenta, huesos de cráneos, pies o caderas, e incluso órganos con patologías, tales como fetos con hidrocefalia o tumores, han sido plastinados por el Doctor Muerte para esa muestra.
Plastinar un cadáver por completo implica alrededor de 1.500 horas de trabajo, y el cuerpo de mayor envergadura con el que ha trabajado jamás fue una jirafa de 5,80 metros. Hagens inició en 1982 un programa de donantes de cuerpos, a través del cual toda persona que lo desee puede rellenar un formulario y firmar una documentación por la que dona su cadáver. Según los últimos datos, registrados en abril de este año, la cifra de voluntarios que están inscritos como donantes en el fichero del Instituto de Plastinación (IfP) de Heidelberg -fundado en 1993-, asciende a más de 10.000 personas.
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